El presidente de Estados Unidos llegará el miércoles para "mostrar su solidaridad". Además, informó que trabaja en un plan para hacer llegar apoyo humanitario a los palestinos de la Franja de Gaza, sitiada y bajo bombardeos israelíes desde los ataques de Hamas.
Estados Unidos anunció este martes que el presidente Joe Biden viajará el miércoles a Israel para mostrar su solidaridad y que trabaja en un plan para hacer llegar ayuda humanitaria a los palestinos de la Franja de Gaza, que está sitiada y bajo bombardeos israelíes desde los ataques de Hamas, y donde hay alimentos solo para cuatro o cinco días más.
Mientras tanto, el Ejército israelí informó que mató a cuatro hombres armados que intentaban infiltrarse en Israel desde Líbano, en medio de una creciente violencia a lo largo de la frontera entre ambos países que genera temores a un conflicto regional cada vez más amplio.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que el lunes volvió a Israel por segunda vez en una semana después de una gira por seis países árabes, dijo en Tel Aviv que Biden visitará el miércoles el país.
"El presidente reafirmará la solidaridad de Estados Unidos con Israel y nuestro férreo compromiso con su seguridad", declaró Blinken.
El jefe de la diplomacia estadounidense agregó que ambos países acordaron elaborar un plan para permitir que la ayuda humanitaria llegue a los civiles de Gaza.
Blinken no dio detalles, pero dijo que el plan incluiría "la posibilidad de crear áreas para ayudar a mantener a los civiles fuera de peligro".
El presidente también viajará a Jordania para reunirse con el rey Abdullah II, el presidente palestino Mahmud Abbas y el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, en medio de temores de que los combates puedan expandirse hasta convertirse en un conflicto regional más amplio.
Se espera que Biden se reúna en Israel con el primer ministro Benjamin Netanyahu, que prometió "aniquilar" a Hamas y que este martes recibió en Tel Aviv al jefe de Gobierno alemán, el canciller Olaf Scholz.
"De la misma forma en que el mundo se unió para vencer a los nazis (...), el mundo debe unirse a Israel para vencer a Hamas", dijo Netanyahu en conferencia de prensa junto a Scholz.
En Gaza, ataques aéreos israelíes mataron a decenas de personas en el sur del territorio, adonde han buscado refugio los civiles luego de que Israel los conminara a abandonar la zona norte de la región en preparación de una ofensiva terrestre.
Decenas de heridos fueron trasladados de urgencia al hospital después de fuertes ataques en las afueras de las ciudades de Rafah y Khan Younis, en el sur de Gaza, informaron residentes de Gaza.
Basem Naim, funcionario de Hamas y exministro de Salud de Gaza, informó que 27 personas murieron en Rafah y 30 en Khan Younis.
El Ejército israelí dijo que atacó escondites, infraestructura y centros de mando de Hamas. "Cuando veamos un objetivo, cuando veamos algo en movimiento que sea Hamas, nos encargaremos de ello", dijo el teniente coronel Richard Hecht, portavoz militar israelí.
Israel cerró y bombardeó Gaza, que es gobernada por Hamas, desde el ataque lanzado por el grupo islamista contra el sur de Israel la semana pasada, que dejó más 1.400 muertos, en su mayoría civiles. Además, unas 200 personas fueron secuestradas y llevadas a Gaza.
El Ministerio de Salud del enclave subió a 3.000 la cifra de palestinos muertos desde el inicio de los bombardeos israelíes, de los cuales casi dos tercios eran niños, mientras que otras 12.500 personas resultaron heridas, informó la agencia de noticias AFP.
Pese a los ataques, milicianos de Hamas siguen lanzando cohetes desde Gaza a Israel, entre ellos uno a Jerusalén que el lunes obligó a evacuar el Parlamento.
Por su parte, Hamas anunció la muerte de uno de sus comandantes militares, Ayman Nofal, en un ataque israelí en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja.
Autoridades sanitarias de Gaza dijeron creer que otras 1.200 personas están enterradas bajo los escombros, vivas o muertas, en toda la región, que está sin Internet ni redes móviles y casi sin combustible.
El lunes, aviones de combate bombardearon la sede de la Defensa Civil en la ciudad de Gaza, y el ataque mató a siete paramédicos. Otros 10 médicos habían muerto en ataques previos, dijeron autoridades sanitarias.
Los preparativos para la ofensiva terrestre de Israel
Israel ha concentrado tropas en la frontera para una esperada ofensiva terrestre, pero Hecht dijo que aún no se había tomado la decisión. “Estos planes se están desarrollando. Serán decididos y presentados a nuestros líderes políticos'', afirmó.
Los ataques aéreos, la disminución de los suministros y la orden de evacuación masiva de Israel para el norte de la Franja de Gaza han sumido a los 2,3 millones de habitantes del pequeño territorio en la desesperación.
Más de un millón de palestinos han huido de sus hogares, y el 60% se encuentra ahora en un área de aproximadamente 14 kilómetros de largo al sur de la zona de evacuación, informó la ONU.
Trabajadores humanitarios advirtieron el lunes que el territorio estaba al borde del colapso total, ya que los hospitales estaban a punto de quedarse sin electricidad, amenazando las vidas de miles de pacientes, y cientos de miles de personas buscaban pan y agua.
El organismo de la ONU para la alimentación, el Programa Mundial de Alimentos (PAM), advirtió esta martes que en las tiendas y supermercados de Gaza queda comida solo para cuatro o cinco días más.
En el cruce de Rafah, la única conexión de Gaza con Egipto, camiones llenos de ayuda esperaban para entrar en el pequeño y densamente poblado territorio.
En el mismo lugar, civiles con ciudadanía extranjera -muchos de ellos palestinos de doble nacionalidad- esperaban poder salir.
Mediadores intentaban alcanzar un alto el fuego para abrir la frontera, que se cerró la semana pasada tras ataques aéreos israelíes.
Sin acuerdo
El lunes parecía haberse alcanzado un acuerdo, pero Israel negó los informes sobre un alto el fuego en Rafah, que sería necesario para abrir el paso fronterizo, que este martes seguía cerrado.
La prensa estatal egipcia citó a un funcionario egipcio no identificado que dijo que Egipto e Israel acordaron que los convoyes de ayuda en la frontera viajen a territorio israelí para ser inspeccionados en el cruce de Kerem Shalom, entre Gaza e Israel.
Luego se permitiría la entrada de la ayuda a Gaza en coincidencia con un breve alto el fuego humanitario y se permitiría a los ciudadanos extranjeros salir de Gaza a través de Rafah, dijo el funcionario citado.
Tanto Hamas como Israel pusieron en duda una apertura inmediata. ''Los cruces están cerrados y no tengo conocimiento de una tregua o un cese de las hostilidades'', dijo Hecht. Wael Abu Omar, portavoz de Hamas para el cruce de Rafah, aseguró: "Hasta ahora no hay acuerdo".
En Estados Unidos, el Departamento de Defensa dijo que 2.000 soldados fueron puestos en alerta para un eventual despliegue en respuesta a la posible escalada del conflicto entre Israel y Hamas.
La situación en la frontera con Líbano
Israel evacuó ciudades cercanas a su frontera norte con el Líbano, donde el Ejército israelí ha intercambiado disparos repetidamente con el grupo Hezbollah, respaldado por Irán.
El Ejército israelí dijo que mató a cuatro milicianos con chalecos explosivos que intentaban cruzar al país desde el Líbano este martes por la mañana. Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, reclamó que altos cargos de Israel sean "juzgados" por sus "crímenes" en la Franja de Gaza. "Si continúan los crímenes del régimen sionista, nadie será capaz de detener a los musulmanes y las fuerzas de resistencia", dijo Jamenei en su cuenta en la red social X, antes Twitter.
El ala militar de Hamas publicó el lunes un video de rehenes que muestra a una mujer aturdida con el brazo envuelto con vendas. La mujer, que se identificó como Mia Schem, de 21 años, se balanceaba ligeramente al hablar, mientras el sonido de las explosiones resonaba de fondo.
La madre de la rehén, Keren Schem, suplicó a dirigentes mundiales que trabajen por liberar a su hija, durante una conferencia de prensa en Tel Aviv.
Télam
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