Se trata de un joven que había relatado en la televisión cómo sus amigos lo dejaron de lado y la homofobia que sufrió durante toda su vida. Luchaba por la inclusión en el deporte.
El joven de 22 años encontró en el club Ciervos Pampas un refugio y un espacio para practicar el deporte sin temor a la homofobia. "Mi familia lo tomó bastante bien, pero mis amigos desaparecieron", contó sobre su decisión.
Se trata de Alan Calabrese, un joven de 22 años que había encontrado en el Club Ciervos Pampas un lugar para fomentar la inclusión luego de vivir años de calvario por su elección sexual.
Esta madrugada su padre llamó a la policía porque su hijo se había quitado la vida en la vivienda familiar del barrio porteño de Mataderos.
Luchaba en contra de la homofobia en el deporte e incluso visitó programas de televisión para visibilizar aún más el problema de la discriminación.
"Con mis amigos me pasó algo particular, que cuando les conté sobre mi sexualidad y que iba a ingresar a Ciervos Pampas, mi familia lo tomó bastante bien, pero mis amigos desaparecieron, fue automático", describió.
También recordó que uno de sus profesores le decía nenita" y eso lo hizo a abandonar los estudios. "Ahora pienso que no debí haberme ido, sino afrontarlo como lo hago hoy", había manifestado.
Antes de quitarse la vida, Alan compartió un último posteo en el que adelantó la trágica decisión.
"A todas esas personas que siempre estuvieron en las buenas y en las malas les quiero decir gracias. Pero necesitaba apagarme y decirles adiós perdón por hacerlo de esta forma pero mi camino terminó aca, quise pero no pude seguir. Los amo hasta siempre", escribió en su cuenta de Instagram.
La causa quedó en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 21, a cargo de Marcos Fernández, qué caratuló la causa como “averiguación de suicidio”.