El femicida de 67 años se quebró y declaró lo sucedido el pasado domingo ante los efectivos policiales de la comisaría 5ta. de Villa Diamante, luego de una serie de inconsistencias encontradas durante la investigación.
Ismael Antonio Rodríguez, el femicida de 67 años que acabó con la vida de su esposa, confesó el crimen ante la policía luego de haber denunciado previamente un falso asalto, pero que llegó a desmentir todo en las últimas horas asegurando que "le pegué un tiro en la cabeza y tiré el arma".
El hecho ocurrió el último domingo en el sur del conurbano bonaerense, en el interior de la camioneta del acusado de marca Ford F-100, cuando su esposa Carina Roxana Ferreyra, de 43 años, resultó herida de gravedad producto de un disparo en la cabeza en el cruce de las calles Carlos Pellegrini y pasaje Gaita.
Rodríguez pretendió simular el crimen al señalar que su esposa había sido agredida por dos ladrones que interceptaron la camioneta, cuando uno de los presuntos asaltantes ingresó medio cuerpo por la ventanilla y forcejeó con la mujer, efectuándole un disparo con un arma de fuego.
Ante la gravedad de los hechos, Rodríguez llevó a Ferreyra al hospital Oscar Alende de Ingeniero Budge y allí constataron el deceso de la mujer de 43 años.
La fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Lanús, Silvia Bussano, intervino en el caso y dispuso el funcionamiento del Grupo Táctico Operativo (GTO) para averiguar lo sucedido.
Luego de las "inconsistencias" que los investigadores dedujeron con las declaraciones del detenido sobre el supuesto asalto, Rodríguez se quebró y confesó el crimen de su esposa tras una fuerte discusión en el cruce de las calles Carlos Pellegrini y pasaje Gaita, según lo informado por el medio Télam.
Rodríguez confesó abiertamente el asesinato ante los efectivos policiales de la comisaría 5ta. de Villa Diamante, pasadas las 23, cinco horas después del hecho fatal que acabó con la vida de Ferreyra.
"Quiero contarles la verdad. Estábamos discutiendo con Roxana y le pegué un tiro en la cabeza y tiré el arma", dijo el femicida ante la presencia de un testigo civil, confesando que le disparó y la mató de un balazo en la cabeza. Además, reveló que descartó el arma, pero que, por el momento, no fue encontrada, por lo que se supone que lo hizo lejos del lugar de los hechos o fue encontrada por otra persona.
Tras la confesión, la fiscal Bussano derivó la causa a la UFI 8 Especializada en Violencia Familiar y de Género de Lanús, a cargo de Mariela Verónica Montero.
"La ubicación de los orificios de bala es compatible con la confesión del imputado. Desde el asiento del conductor, le apoyó el arma del lado izquierdo de la cabeza de la mujer que iba sentada en el asiento del acompañante y le disparó", indicaron los médicos que asistieron a la víctima fatal, siendo que la bala ingresó por el lado occipital izquierda del cráneo y salió por el pómulo derecho.
La causa quedó caratulada como "homicidio calificado por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género".
Cabe destacar que el informe publicado, el pasado viernes, por la Asociación Civil La Casa del Encuentro, en lo que va del año 2023 se contabilizaron 302 víctimas de violencia de género, de las que se registraron 276 de femicidios, cuatro de trans/travesticidios y 22 de femicidios vinculados de varones adultos y niños.
Fuente: crónica
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