El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró hoy que tiene "prisa" por lograr objetivos en sus cuatro años de Gobierno, pese a tener un Congreso adverso, anunció un megaplan de obras de infraestructura a partir de julio y defendió la realización de una reforma agraria "pacífica" en armonía con el agronegocio, al inaugurar su programa por streaming, en el que anticipó que el miércoles 21 visitará al papa Francisco en el Vaticano.
"El mandato es muy corto, tenemos un país con muchas dificultades legales para hacer obras, para invertir, porque hay fiscalización, un Congreso por el que pasan muchos proyectos y en un mandato de cuatro años a veces no se logra un proyecto de envergadura ser aprobado. Yo tengo prisa, y esa prisa se la paso a los ministros, les pido que actúen con celeridad", aseguró en el programa "Conversación con el Presidente", un diálogo desde el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, con el periodista Marcos Uchoa, de la empresa de medios públicos EBC.
Lula se enfrenta a un Congreso adverso empoderado por la autonomía que ganó en el Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022), dominado por el grupo opositor de derecha llamado Centrao, y puso como ejemplo la parálisis del gobierno estadounidense de Barack Obama. "Obama casi que no aprobó un proyecto siquiera en Estados Unidos", subrayó.
El comentario fue dicho horas después de que el presidente de Diputados, Arthur Lira, aliado clave del gobierno de Bolsonaro, reclamara a Lula que dijera públicamente si iba a ser candidato a la reelección en 2026.
En el primer programa, Lula dijo que está conforme con la marcha del gobierno y con la "reconstrucción" de las políticas públicas y aseguró que con los incentivos al empleo y al consumo "la economía está girando más rápido".
"Le dije a la directora del FMI que estaban equivocados, que Brasil crecerá más de lo que ellos pronosticaron", aseguró Lula al contar el diálogo que mantuvo con Kristalina Georgieva ante la previsión de un crecimiento del 0,9% en 2023 hecha por el organismo, mientras que el Gobierno apunta a que sea en torno del 2%.
Por otra parte, Lula admitió que el agronegocio tiene diferencia "ideológicas" con su figura y que por ello hay que tener "paciencia".
En ese marco, aseguró que impulsará la reforma agraria -resistida por los hacendados y el bloque ruralista en el Congreso- y que "no es incompatible la convivencia entre el agronegocio y la agricultura familiar productora de alimentos".
"Vamos a fortalecer la pequeña y mediana propiedad porque la reforma agraria es necesario hacerla. Estamos en el gobierno. No se necesita invadir más tierra. Vamos a relevar las propiedades improductivas y vamos a discutir la ocupación. No se necesita ruido ni guerra. Quiero una reforma agraria y pacífica. Brasil necesita seguridad alimentaria", afirmó.
Lula dijo que su gobierno planea restablecer un banco de alimentos con stock regulador para impedir el desabastecimiento frente a "posibles crisis alimentarias en el mundo" y asegurar la comida para los brasileños.
El líder del Partido de los Trabajadores anticipó que el 2 de julio podrá en marcha la nueva versión del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), la iniciativa que en 2007 llevó a su gobierno al mayor nivel de popularidad y aumento del PBI.
“Como teníamos una cantidad enorme de políticas públicas que habían funcionado, decidimos recrear esas políticas públicas, para que de ahora en adelante, a partir del 2 de julio, podamos lanzar un gran programa de obras, un gran programa de desarrollo del país, con obras de infraestructura en todas las áreas", dijo el mandatario.
Las primeras iniciativas del mandatario fueron para los que ganan menos de 400 dólares, que es el gran electorado del exdirigente sindical, pero ahora Lula apuntó a la clase media que gana en torno a los 2.000 dólares y dijo que habrá un programa masivo de viviendas para este grupo dentro del plan Mi Casa Mi Vida de casas populares.
"Alguien que gana 10.000 reales, 12.000 reales, 8.000 reales quiere comprarse una casa o quiere tener una casa mejor, debemos contemplar a esa gente", subrayó.
Lula también recordó la visita del lunes de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a quien le dijo que no aceptará la exigencia europea para que Brasil acepte compras gubernamentales extranjeras en el acuerdo UE-Mercosur.
“Le dije que tenemos un problema, que no aceptamos poner compras gubernamentales en el acuerdo porque, si no, vamos a matar a las pequeñas y medianas empresas brasileñas. Ella me dijo que pongamos una contrapropuesta. Entonces vamos a ver si el acuerdo se hace para fin de año. Yo quiero hacer el acuerdo y, si Dios quiere, lo quiero hacer para fin de año”, expresó.
El desembarque de Lula en el streaming para una comunicación directa con la población vía redes sociales retoma el programa "Desayuno con el Presidente" que hizo durante sus primeras gestiones (2003-2010).
Parte del PT y de sus asesores le reclamaba a Lula más presencia en las redes, sobre todo luego de los cuatro años de Bolsonaro, que tuvo una fuerte presencia online y condujo un programa en la plataforma Facebook.
Según confirmó a Télam una fuente del Palacio del Planalto, Lula viajará el 21 al Vaticano para encontrarse con Francisco, el primer encuentro entre ambos desde que asumió el 1 de enero. El argentino Jorge Bergoglio le había enviado un rosario a la prisión en 2019 a través del dirigente social Juan Grabois.
Lula anunció además que visitará Francia el 22 para participar de un seminario empresarial y que no acudirá a la cumbre de mediados de julio entre la Celac y la Unión Europea en Bruselas, donde será representado por el vicepresidente Geraldo Alckmin. (Télam)
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