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La inflación en Francia escaló en junio a 5,8% interanual

Si bien el país tiene una menor dependencia del gas ruso que el resto de Europa, la aceleración en los precios de la energía y los alimentos hicieron trepar el índice de precios a una cifra que no se registraba dese hacía 37 años.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Francia continúa acelerándose y alcanzó un 5,8% interanual este mes, un nivel que no se registraba desde septiembre de 1985, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee), con sede central en París.


Tras computar un 5,2% interanual en mayo, la suba en la inflación de este mes responde a una “aceleración en los precios de la energía y los alimentos”, subrayó un comunicado del Insee al informar los datos preliminares.


En ese sentido, entre los componentes de la inflación los alimentos en general registraron una suba de 5,7% anual, apenas una décima por debajo del índice general aunque por encima del 4,3% de mayo, con los productos frescos subiendo un 6,2% (contra el 1,8% de mayo). Sin embargo, pese a la aceleración en los alimentos, la energía lidera las alzas.


Pese a que Francia se mostró menos expuesta al shock energético por su menor dependencia del gas –y ello explica que su índice inflacionario se ubica por debajo del promedio en la Eurozona y de países vecinos como España e Italia-, dicho componente lidera el índice con una suba de 33,1% anual, superando en más de cinco puntos al 27,8% de mayo.


Por su parte, los precios de los servicios se mantuvieron en el mismo nivel de mayo (3,2%), mientras que los valores de los productos manufacturados comenzaron a presentar una ralentización, con un 2,6% frente al 3% del mes pasado.


En tanto, el índice mensual presentó una inflación de 0,7%, la misma cifra que en el periodo anterior; mientras que si se toma en cuenta la tasa de inflación armonizada con los criterios estadísticos europeos, el índice marcó también un récord de 6,5% anual.


El shock inflacionario golpea con fuerza a Francia, un país que entre 2017 y 2020 no registró índices anualizados superiores al 2,3%, y que, con el freno en la actividad durante la pandemia de coronavirus, tuvo meses donde rozó el 0%.


Sin embargo, con la reapertura de la economía y –posteriormente- la guerra entre Rusia y Ucrania, la inflación comenzó una curva ascendente que aún no tuvo freno, superando el 2% en septiembre último y el 4% en marzo.


Los números colocan una mayor presión al presidente de Francia, Emmanuel Macron, cuya coalición perdió este mes la mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas y que lo obligará a negociar las leyes con la oposición de izquierda socialdemócrata y la ultraderecha.


El fenómeno atraviesa a toda Europa y el Banco Central Europeo (BCE), que se prepara para subir sus tasas de interés por primera vez en más de una década, indicó que la inflación “excesivamente alta” continuará “durante un cierto tiempo aún”, según la agencia de noticias AFP.


Alemania y España también reportaron este jueves sus datos inflacionarios de junio y la primera mostró una leve desaceleración, registrando 7,6% interanual contra 7,9% de mayo, como resultado de diversas medidas, incluyendo una reducción en las tarifas del transporte público y descuentos en las facturas de gas.


No fue la misma la suerte del país ibérico cuyo índice escaló al 10,2% interanual, su mayor nivel en 37 años, y un punto y medio por encima del mes anterior.


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