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¡Increible! Se iba de vacaciones, bostezó y se le salió la mandíbula de lugar

Luego del terrible accidente, las amigas de la joven le acomodaron la boca con sus propias manos.

Ante la desesperación y vergüenza de la chica, sus compañeras y la tripulación a bordo le debieron hacer maniobras con las manos dentro de la boca para poder ponerla en su lugar, informó crónica web.


A pesar de que las vacaciones son vistas como un momento de disfrute, descanso y relax, la realidad es que estas cuestiones dependen de cada individuo. Mientras hay quienes la pasan bomba y las aprovechan al máximo, otros la sufren y hasta tienen malas experiencias y anécdotas insólitas que son completamente inesperadas e inexplicables.




Una usuaria de la red social asiática, TikTok, llamada Isabella Prusak-James, fue furor en estas últimas horas por un tema sumamente delicado y muy extraño. La joven estudiante de 21 años, decidió irse de viaje con sus amigas a Málaga, España. Todo venía bien, se subieron al vuelo en Inglaterra y despegaron hacia las hermosas playas, sin embargo, de un momento al otro, bostezó de cansancio y quedó literalmente con la boca abierta.


Según comentó la afectada, mientras hacía el movimiento sintió un sonido extraño en su cuerpo que se asimiló a un hueso roto. Rápidamente, notó que la mandíbula no estaba correctamente ubicada y a consecuencia de esto, no podía hablar para explicar lo que le sucedía. Luego hacer señales y no tener respuesta de nadie, usó su celular para avisar lo que pasaba y le pidió a los tripulantes del avión que la ayuden.


El personal de la aerolínea la sacó de su asiento y la llevaron a una zona apartada del resto de los pasajeros. Segundos después, la sentaron en una butaca y observaron atentamente la cara de la mujer, quien no dudó en suplicar que le acomoden la mandíbula ellos mismos en ese preciso momento.


Acto seguido, su amiga puso sus dedos pulgares dentro de la boca y comenzó a realizar movimientos hacia arriba para así enderezarle la mandíbula.


Intentó un buen rato, pero el procedimiento no dio efecto y por eso, Prusak-James lo hizo por sus propios medios. Tras mucha presión, logró ponerla en su sitio. "No sentí dolor, sino que incomodidad. Seguía intentándolo, pero al final me dijo ‘esto me está estresando’. Me preguntó si yo podía hacerlo. Nunca había probado, aunque lo terminé logrando", explicó la pasajera.

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