La filtración masiva de más de 120.000 documentos reveló cómo Uber explotó a sus conductores, presionó a los gobiernos de Europa e infringió las leyes a medida que expandía sus operaciones globales entre 2013 y 2017 en 40 países.
Al menos seis ministros británicos conservadores asistieron a reuniones secretas en las que fueron presionados por lobistas de la aplicación de transporte Uber para lograr posicionarse en el mercado del Reino Unido con tácticas éticamente cuestionables e ilegales, según una publicación filtrada publicada por la prensa.
Los registros internos de Uber que fueron filtrados al diario The Guardian y compartidos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y BBC Panorama, revelan las operaciones de la compañía en 40 países, justo en el período en el que Uber todavía seguía a cargo de su cofundador, Travis Kalanick, quien tomó una actitud agresiva.
La filtración masiva de más de 120.000 documentos reveló cómo Uber explotó a sus conductores, presionó a los gobiernos de Europa e infringió las leyes a medida que expandía sus operaciones globales entre 2013 y 2017.
Los papeles detallan la extensiva ayuda que Uber recibió de líderes como el actual presidente de Francia, Emmanuel Macron.
En el Reino Unido, los documentos mostraron también cómo la compañía presionó a los principales políticos para que la apoyaran y aseguraran el acceso al mercado del Reino Unido entre 2014 y 2016.
Se reunieron con el ex canciller George Osborne, la actual ministra del Interior, Priti Patel; el candidato al liderazgo tory Sajid Javid, el entonces ministro de Negocios Matt Hancock y el recientemente despedido ministro del gabinete Michael Gove.
Los documentos reavivan las dudas sobre si Uber reclutó a Osborne y a los ministros del gabinete conservador para presionar al entonces alcalde de Londres, Boris Johnson, pero que finalmente se mostró reacio a comprometerse directamente con Uber porque la empresa era muy controvertida, según la BBC.
Por otro lado, la filtración muestra que, en julio de 2014, los lobistas de Uber visitaron la residencia del Gobierno británico, para reunirse con los asesores del entonces primer ministro David Cameron y que obtuvieron información muy útil sobre la alcaldía de Londres.
Según los archivos, Uber confiaba en que su trabajo daría frutos y revela un correo electrónico que dice que altos funcionarios de Cameron estaban muy de acuerdo con ellos.
Sin embargo, un portavoz de Javid, dijo que "los departamentos pertinentes no tenían constancia de que esa reunión se haya realizado.
En el resto de las reuniones, los políticos británicos dijeron que se siguieron las reglas del lobby y que se declararon todas las reuniones de negocios.
No obstante, según los expertos, esas reuniones secretas exponen algunas lagunas en el sistema del lobby del Reino Unido.
Desde su llegada a Londres en 2012, Uber se enfrentó a la dura oposición de los conductores de taxis que veían cómo sus tarifas se recortaban y su sustento se veía amenazado.
En 2014, los taxistas paralizaron partes de Londres en protestas contra la empresa tecnológica estadounidense.
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