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Demócratas y republicanos negocian contrareloj para evitar default de EEUU

Los negociadores de la Casa Blanca y del presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, seguían hoy con las negociaciones en Estados Unidos para lograr un acuerdo presupuestario que impida que el país caiga en default.


"He sido muy claro con el presidente desde el día 1: no vamos a aumentar los impuestos. El problema es que Washington gasta demasiado", dijo hoy el republicano en Twitter, donde compartió un video en el que dialogaba con la prensa, después de mantener ayer una reunión con el presidente Joe Biden que ambas partes calificaron de "productiva".


En nueve días, el país corre el riesgo de encontrarse en la situación de no poder honrar sus deudas; un escenario peligroso para la primera potencia mundial.


Si el Congreso no eleva para entonces la capacidad del gobierno de endeudarse, Washington no podría reembolsar a los tenedores de bonos del Tesoro estadounidense, ni pagar algunos sueldos a funcionarios ni las pensiones de veteranos, o los servicios sociales, entre otros.


Esa insolvencia de Estados Unidos tendría efectos en la economía mundial: generaría pánico y recesión, según analistas.


Para aumentar el límite de endeudamiento -actualmente de más de 31 billones de dólares-, los republicanos le exigen a Biden que recorte gastos.


La Casa Blanca quiere mantener el nivel actual de gasto y propone gravar a los más ricos y a las empresas más grandes con impuestos más altos, sin tocar las prestaciones sociales ni los grandes proyectos de inversión del presidente. En resumen, aumentar los ingresos del gobierno federal.


En esa línea, Biden declaró ayer que está a favor de reducir el déficit y que considera necesario "examinar los espacios fiscales y asegurarse de que los ricos paguen su parte justa" de impuestos.


Los republicanos, en cambio, prefieren recortar el gasto público.


Luego de la reunión con McCarthy, Biden aseguró "que el incumplimiento está fuera de la mesa y que la única forma de avanzar es de buena fe hacia un acuerdo bipartidista".


El compromiso, según la prensa estadounidense, podría encontrarse en algunas partidas presupuestarias específicas, en una reasignación de los fondos destinados a combatir al Covid-19 y en una congelación de determinados gastos, cuya duración es objeto de un extenso debate.


El tiempo apremia, especialmente porque no se trata sólo de que Biden y McCarthy lleguen a un acuerdo entre ellos. Como dijo Biden, ambos tendrán que "vender" el acuerdo a sus respectivos partidos, para que lo aprueben en las dos cámaras del Congreso.


Los demócratas controlan el Senado por un estrecho margen y los republicanos son mayoría en la Cámara de Representantes.


Senadores demócratas considerados del ala progresista y legisladores republicanos alineados con el expresidente Donald Trump, ya demandaron máxima firmeza a sus respectivos líderes, recogió la agencia de noticias AFP.


Trump, favorito en las primarias republicanas para las elecciones de 2024, pide a los suyos que no se "plieguen" a la Casa Blanca en la cuestión de la deuda.


El expresidente republicano instó el 20 de mayo pasado a su partido a negarse a elevar el límite de la deuda.


Un default de Estados Unidos podría cambiar el tono de la campaña hacia las elecciones presidenciales del año que viene.


Biden, que a sus 80 años aspira a la reelección, lucha por ganar votos con promesas de prosperidad y justicia social. Una recesión hundiría su ya debilitado índice de aprobación. (Télam)

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