Durante su participación en un programa televisivo de la TV Pública, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur insistió en la necesidad de "sacar" a Londres de la "zona de confort" y volvió rechazar el supuesto derecho a la autodeterminación de los habitantes del archipiélago.
El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, ratificó este miércoles la decisión del Gobierno de continuar con una estrategia "firme" ante Gran Bretaña, condicionando el avance de acuerdos comerciales con ese país a la aceptación de Londres a discutir la soberanía de las Islas Malvinas, y afirmó que "al Reino Unido le interesan nuestros alimentos y a nosotros nos interesa Malvinas".
El funcionario nacional insistió además en la necesidad de "sacar" al Reino Unido de la "zona de confort" respecto a Malvinas, profundizando el apoyo al reclamo soberano en todos los foros internacionales y volvió rechazar el supuesto derecho a la autodeterminación de los habitantes del archipiélago sostenido por Londres.
"Aquí hay un pueblo que tiene derecho a determinar el futuro de Malvinas, allí hay residentes que son parte de una estrategia colonial", indicó el secretario.
Carmona participó este miércoles de la de la tercera charla del ciclo 'Malvinas nos une', realizado en la TV Pública, en el marco de los 40 años de la guerra en el Atlántico Sur, que contó también con las exposiciones del excanciller y embajador en Chile, Rafael Bielsa; el veterano de guerra y director del Museo Malvinas, Edgardo Esteban, y la investigadora del Conicet Sonia Winer.
Diplomacia, geopolítica e integración en el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas fueron los ejes de la charla del ciclo convocado por Radio y Televisión Argentina, que contó con la conducción del periodista Pablo Caruso.
Los participantes plantearon la necesidad de hacer de la Causa Malvinas una política de Estado que escape a las preferencias ideológicas de los gobiernos de turno y contrapusieron la acción enérgica de los gobiernos populares en la defensa del reclamo soberano sobre las islas a las posturas proclives a no obstruir los intereses británicos tomados por los gobiernos de corte neoliberal.
"Malvinas es un valor vehicular entre todos los argentinos. Es una de las pocas causas que nos unen más de lo que nos separan", marcó el embajador Bielsa y sostuvo que, si bien cualquier solución sobre la controversia por Malvinas deberá llegar por la "vía de la paz" en el marco del derecho internacional, juzgó que las negociaciones con Downing Street deben ser a "cara de perro".
En ese sentido, recordó que, siendo canciller, en los "únicos momentos" que sintió que sus argumentos eran "fuertes y merecían una réplica" de las autoridades inglesas "era cuando tenían un contenido dañino para los intereses británicos".
"Argentina tiene que sostener una posición firme a partir de sus argumentos históricos jurídicos y geográficos", dijo por su parte Carmona, quien recalcó decisión tomada por el Gobierno nacional de revertir las "concesiones" a Reino Unido, otorgadas por el gobierno de Mauricio Macri en el acuerdo Foradori-Duncan.
Sobre el pretendido derecho a la autodeterminación esgrimido por los habitantes de las islas y siempre rechazado por Argentina, Bielsa indicó que "no es una población aborigen" la asentada en Malvinas desde 1833, momento de la invasión inglesa, "son británicos, tienen nacional y pasaportes británicos" e ironizó: "Una 'sutileza' de gran importancia".
Tras volver a denunciar la "acción depredadora de los recursos naturales y la injustificada y desproporcionada" presencia militar británica en el archipiélago, Carmona destacó las "acciones" llevadas a cabo por el Ejecutivo para sancionar la explotación pesquera e hidrocarburífera en la zona de Malvinas.
Esteban llamó a "trabajar en una política de Estado" respecto al Atlántico Sur con una mirada de "futuro" como, dijo, lo hizo el expresidente Juan Domingo Perón, con la instalación en los años '50 del siglo pasado de las primeras bases argentinas en la Antártida.
"Tenemos que construir soberanía y en esa política de estado pensar como desarrollamos nuestro Mar Austral", propuso, y agregó: "Malvinas tiene un pasado, pero también un presente. Tiene que ser una política de Estado que deje de lado la disputa, los intereses y los egoísmos políticos".
A partir del reclamo sobre las islas Malvinas, la investigadora Sonia Winer habló de la necesidad de "construir una conciencia soberana" que permita un "pueblo movilizado" y "comprometido con todas las dimensiones de la soberanía".
Winer -licenciada en Ciencia Política y Doctora en Ciencias Sociales de la UBA- convocó a plantearse algunos interrogantes sobre "cuáles son los intereses y cuál la estrategia del Reino Unido para persistir en la colonización en el siglo XXI" y, en ese sentido, juzgó fundamental identificar qué pretensiones se esconden detrás de la permanencia británica en el Atlántico Sur.
"Empresas y corporaciones que de manera ilegal e ilegítima expolian los recursos de la región. Es fundamental conocer las corporaciones porque algunas de ellas son las que están coartando las democracias en el mundo, muchas tienen vínculos con Fondos Buitre que también restringen nuestra soberanía económica", graficó.
Los intereses geopolíticos y la amenaza que, en ese sentido, representa la presencia británica en el Atlántico Sur fue otro de los aspectos abordados por Carmona y Bielsa.
El excanciller analizó que más allá de la riqueza en materia de pesca e hidrocarburos, las Malvinas tiene "un valor geopolítico incalculable".
Las Islas "son un balcón para que cuando cese el Tratado Antártico tener la posibilidad de una reclamación antártica muchos más fuerte que la que hoy tiene Gran Bretaña", dijo Bielsa.
Y Carmona recalcó al respecto el impulso que la Argentina viene dándole a la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (Zpcas), y la importancia de ese mecanismo no solo para el reclamo soberano por Malvinas, sino también por el "carácter estratégico de todo el Atlántico Sur".
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