Con la actualización trimestral que efectúa la AFIP, entrarán en la primera escala del 20% los autos que cuesten más de $5 millones al público; la segunda escala, del 35%, arranca en $9,3 millones

A partir del 1° de septiembre comenzarán a regir los nuevos valores del impuesto interno a los autos, conocido como impuesto al lujo. Por el incremento aplicado por la AFIP, pagarán el tributo en la primera escala del 20% los modelos que cuesten más de $3.552.227 de precio salido de fábrica o distribuidor, lo que equivale a unos $5 millones de precio de venta al público (al incorporar los otros impuestos, como el IVA, y la comisión del concesionario, que suele ser 14%). Sobre ese monto se aplica el 20%.
La segunda escala, que grava con el 35% a los modelos, arranca en los $6.557.959 de precio salido de fábrica, lo que se traduce en unos $9,3 millones de precio de venta al público de base sobre el que hay que añadirle el 35%. Los montos pueden variar según los precios que determina cada marca en sus listas oficiales.
Por la forma en la que se calculan los impuestos internos, la aplicación del 20% del impuesto al lujo se transforma en una suba del 25% en el precio que paga el comprador en el concesionario. Y, en el caso de la segunda escala, del 35%, el modelo se encarece un 50%. Semejante impacto altera la política comercial de las automotrices y deja fuera de su rango de mercado a cada vez más vehículos.